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El Huarache

Voz y Huella del Mezquital

Don Fernando Martínez Beltrán es un buen “tlachiquero” y su pulque es de los mejores

* Se solicita a quien publique este reportaje en otro medio de comunicación dar los créditos correspondientes a El Huarache Hidalgo.

18 de enero de 2025. En la Colonia Huitexcalco, municipio de Chilcuautla, aun observamos milpas que tienen a su alrededor magueyes de diferentes tamaños, usados como cercado o simplemente por el hecho que de ellos se obtendrán beneficios.

En temporada de lluvias unos buenos chinincuiles saldrán de los magueyes más pequeños y de los más grandes se adquieren unas buenas pencas para la barbacoa, de la piña la extracción de aguamiel no puede faltar para un delicioso pulque.

Es así que por nuestro camino nos encontramos con el señor Fernando Martínez Beltrán, uno de los varios vecinos que se dedican al bello arte de recolectar la bebida de los Dioses, a sus 67 años anda de maguey en maguey, raspando y obteniendo el aguamiel dos veces al día.

El señor Fernando nos platica que desde niño su papá lo instruyó con los conocimientos que ahora tiene para raspar un maguey y el proceso para obtener un buen pulque.

Mínimo, un maguey tardara siete años en crecer y producir aguamiel, también influye la variedad del maguey. Cuando el corazón del maguey se adelgaza es momento de trabajar la planta para que empiece su producción.

Primero se le quita el corazón del maguey, la base que queda es la piña que se pica y se extrae para rasparlo, dándole la forma de una olla que por unos días reposará para después empezar a dar el aguamiel.

Un maguey bien acomodado en la tierra, con buenos nutrientes tendrá un tiempo de producción de tres meses, en los que se le raspa dos veces al día, por la mañana y por la tarde.

Terminada su vida productiva, las pencas del maguey se aprovechan en la elaboración de la barbacoa. Parte de lo que resta de las pencas se usa como alimento para vacas, borregas o puercos. Cuando está seca la piña se usa como leña.

Don Fernando dispone como herramientas un acocote para absorber el aguamiel, un raspador para raspar la piña que se va desechando, mejor conocida como mechal, que es un gran alimento para su puerquito, y su garrafón que usa como contenedor para el aguamiel.

En compañía de sus hijos se ha dedicado a plantar varios magueyes en sus terrenos, ya que considera que a diferencia del maíz y del frijol los magueyes resisten las sequias, aunque la ganancia es mas tardía.

El aguamiel recolectado se vacía en un recipiente que ya contiene un poco del líquido fermentado, llamado asiento, lo que permite hacer el pulque.

Los invitamos a probar esta bebida cargada de muchos nutrientes, con un costo de doce pesos por litro y el sabor natural inigualable.

Si don Fernando Martínez Beltrán no se encuentra en su domicilio, no se preocupen, hay varios vecinos de la comunidad que también hacen un buen pulque.