• Jue. Feb 13th, 2025

El Huarache

Voz y Huella del Mezquital

En Tasquillo Hidalgo, Isaura González Martínez vende deliciosos antojitos mexicanos

* Con 38 años y cuatro hijos, es clara su pasión por la cocina.

Isaura González Martínez, de Juchitlán, municipio de Tasquillo, tiene 38 años de edad, vende deliciosas gorditas, quesadillas y tlacoyos, desde hace cinco meses, a un costado de la iglesia de San Bernardino de Siena, en la cabecera municipal.

Isaura nos comparte para El Huarache Hidalgo que ella comenzó a vender porque en su anterior trabajo pedía permisos constantemente para atender las necesidades de sus hijos y, aunque su anterior patrona nunca le hizo algún reproche, ella se sentía incómoda por los constantes permisos, por lo que, tomando en cuenta su talento para cocinar, decidió emprender su propio negocio.

Cuenta que en los primeros días se sentía extraña por cómo la miraban algunas personas y tenía temor de que sus productos no se vendieran, pero su deseo de superarse no la hicieron desistir, encontrándose en su pequeño puesto de ocho de la mañana a cinco de la tarde.

Isaura tiene cuatro hijos, uno de ellos acaba de terminar la prepa y le ha expresado su deseo de continuar estudiando.

Agrega que sus primeros días de vendedora fueron difíciles porque hubo ocasiones en las que se le quedaban algunos guisos, mismos que consumían ella y sus hijos, y algunas veces los compartían con alguna amistad.

La acompañan dos de sus cuatro hijos, quienes en sus ratos libres le ayudan en las tareas propias del puesto, como tomar la orden, lavar los trastes o ir a la tienda por algún mandado. Sus pequeños tienen el mismo carisma de su madre y atienden de buena manera.

El negocio de la comida es una actividad que, aunque le permite estar al pendiente de sus hijos, es muy demandante, puesto que ella tiene que levantarse a las cuatro de la mañana para comenzar a preparar sus guisos y tenerlos listos antes de las ocho de la mañana, y en las tardes comprar su mandado y llegar a su domicilio a lavar los trastes que le quedaron de la mañana.

Los únicos días que Isaura falta a su puesto es porque tiene alguna actividad con sus hijos. Ella tiene un carrito que, aunque viejito da batalla, es en el que traslada sus cosas diariamente para poner su puesto.

Isaura tiene el sueño de algún día poder levantar su propio local y dejar de trasladar sus cosas. También comparte que, aunque todavía nadie le ha hecho la propuesta, tiene la disposición de que si un día la llaman para preparar algún guiso en alguna festividad, ella iría con gusto.

Isaura González Martínez invita a las personas a que apoyen a los emprendedores, que no le hagan el feo a los pequeños puestitos, porque hay personas que en ocasiones eso es su único ingreso y sustento para sus familias, recordando que para ella hubo días que sentía que ya no podía por las bajas ventas, pero ver a sus hijos y saber que ellos la necesitaban y dependían de ella es algo que la motiva a seguir vendiendo, con la esperanza de que cada día, con el favor de Dios, sea mejor.