El señor Martiniano Bahena Pedraza, de 57 años, originario del barrio El carrizal, Ixmiquilpan, es un artesano que trabaja la incrustación de concha de abulón en madera de enebro. «Es una artesanía para uso decorativo que consiste en incrustar pequeños fragmentos de la concha en la superficie de un objeto, está concha es reconocida por sus colores iridiscentes.
Se crean diferentes objetos como joyeros, joyas, objetos de decoración.La concha de abulon ha sido una enseñanza que ha pasado de generación en generación.
En Ixmiquilpan, en el barrio del Nith, son comunes los artesanos que trabajan la concha de abulón. Aunque las raíces de don Martiniano proceden de El Nith, él nació en El carrizal, donde ha continuado con el legado artesanal que sus padres le enseñaron.
Para elaborar sus artesanías se necesita tiempo, dependiendo el trabajo puede llevarle de ocho días hasta un mes y el costo también varía. Las más pequeñas y sencillas pueden valer desde $50.00, mientras que hay otras que son más laboriosas y grandes y pueden valer hasta $15, 000.00.
Existe mucha preocupación en torno a las artesanías, son cosas que se le pone mucha dedicación y no se venden tan fácilmente. «No es algo de lo que como artesano podamos depender, no se cubren necesidades económicas inmediatas con la artesanía», por eso Martiniano se dedica a otro oficio como lo es ser músico, forma parte de un trío huasteco llamado «Gusto Regional» y de esta forma puede seguir trabajando la artesanía y llevar sustento a su hogar.
El señor Martiniano nos dice que para realizar cualquier artesanía se necesita tener el gusto, porque si no el trabajo se hace difícil y las piezas no salen. Cuenta que sus hijos no tienen el gusto por dedicarse a trabajar la incrustación de concha de abulón, pero él está dispuesto a enseñarle a cualquier persona que este dispuesta a aprender y tenga la paciencia. Sólo requiere de un espacio para impartir el taller o curso porque en su domicilio no cuenta con el espacio necesario.
«Yo espero que en general todos mis compañeras y compañeros artesanos no se cierren a compartir sus conocimientos con las nuevas generaciones, ya sean familia o no, mientras tengan la intención de aprender. Hay trabajos de artesanías que ya no existen porque el secreto de trabajo sólo se ha quedado en familia y cuando ya no hay gusto por hacerlo se abandona y se pierde».