• Jue. Abr 24th, 2025

El Huarache

Voz y Huella del Mezquital

Flora Bautista combina el bordado de cruz y pepenado

Flora Bautista Cerecedo, de 55 años de edad, originaria de Veracruz, es madre soltera de dos hijos, actualmente ya profesionistas, a quienes los sostuvo gracias al trabajo de bordado.

Ella es artesana. Se dedica a bordar «punta de cruz», un bordado típico de Veracruz, sin embargo, como en su tierra hay muchas mujeres que se dedican a lo mismo y no son bien pagados los bordados, decidió mudarse a Pachuca para trabajar en el bordado de ropa.

El arte de bordar es una herencia que ha pasado de generación en generación. Ella, desde los cinco años aprendió a bordar, en su familia son varios hermanos, y al no alcanzar el dinero para todos tuvo que aprender el oficio desde pequeña.

Se dedica a bordar camisas, blusas, vestidos, bolsos, monederos con diferentes bordados. Actualmente hace bordados de «pepenado», que son los bordados típicos del Valle del Mezquital, y también aprendió los bordados típicos de Tenango de Doria.

Cuando empezó a vender sus prendas con bordado de punta de cruz tuvo clientes que le pedían otros bordados. Entonces decidió compartir sus conocimientos con otros compañeros y ellos le compartieron los suyos, así es como aprendió a bordar de otras maneras.

Lo que más borda son de punta de cruz y pepenado, porque son productos que se venden más. Sus blusas y camisas cuestan de $600.00 a $1500.00 aproximadamente, dependiendo el costo de la elaboración y el material.

La señora Flora comenta que hay ropa que le lleva en bordar más de dos semanas, a lo que se debe el precio de sus productos, considerados como únicos.

Todos los miércoles encontramos a doña Flora en los arcos, en el tianguis de Actopan. El resto de la semana se dedica en trabajar en los pedidos que le han hecho y a comprar más material para vender en el tianguis.