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El Huarache

Voz y Huella del Mezquital

Huitexcalco conoció la lucha agraria y resistió el caciquismo, pero no le llegó el agua de riego

* Lo que está llegando es contaminación a la comunidad.

11 de febrero de 2025. Don Samuel Escamilla Pérez, hasta hoy comisariado ejidal de Huitexcalco, municipio de Chilcuautla, destacó en entrevista que su familia y algunos otros vecinos de su región tuvieron familiares que participaron en la Revolución Mexicana, al lado de Emiliano Zapata y de Pancho Villa. Uno de ellos fue don Urbano, quien organizó a sus vecinos en 1908 y se unió a la lucha revolucionaria en 1910. Un cuñado de Urbano, inicialmente en el ejército federal, se pasó a las filas zapatistas tras darse cuenta de la injusticia que sufría la gente pobre.

Durante la revolución, varios combatientes de la región participaron en batallas decisivas y algunos participaron en la expedición en Columbus, Nuevo México. Al término del conflicto, los veteranos regresaron a sus comunidades, trayendo consigo experiencias, pero murieron al paso del tiempo.

El proceso de dotación de tierras en Huitexcalco comenzó en 1915 con la aplicación de la ley agraria. Aunque al principio solo existía una resolución, en 1917 se formalizó la posesión de 824 hectáreas, lo que llevó a la comunidad a buscar el reconocimiento oficial como pueblo. En 1918, el Congreso del Estado de Hidalgo emitió el decreto que les otorgaba esta categoría, aunque sin un plano delimitador, lo que generó la gestión correspondiente.

La comunidad enfrentó dificultades para obtener la totalidad de sus tierras, pero con perseverancia lograron la dotación formal en 1924 y posteriormente una ampliación en 1936, alcanzando las 3000 hectáreas. A pesar de ello, los conflictos agrarios no han cesado, especialmente con Texcatepec, con quien han mantenido disputas por linderos.

De las 3,000 hectáreas, solo 350 a 400 son productivas, mientras que el resto se utiliza para el pastoreo debido a lo accidentado del terreno. Durante décadas, la comunidad ha sembrado maíz, frijol, haba y cebada, pero la disminución de lluvias ha afectado la producción agrícola. A pesar de ello, el gobierno federal ha impulsado programas para mejorar el rendimiento con técnicas de siembra adaptadas a la sequía y el uso de abonos orgánicos.

Don Samuel relata que en 1919 se formó el primer comisariado ejidal, aunque en ese tiempo se llamaba «presidente de administración agraria». Sin embargo, el poder en la zona estuvo controlado por caciques, como Pedro Martínez, quien colaboró con la Hacienda de Tunititlán y protegió los intereses del Porfiriato. Durante décadas, el control pasó de generación en generación hasta 1982, cuando finalmente hubo un cambio en la administración ejidal.

Uno de los problemas que más preocupa a los habitantes es la contaminación, que se ha intensificado en los últimos años. Don Samuel Escamilla menciona que en las mañanas se observa un denso humo azul que proviene de la refinería de Pemex, en Tula. Aunque aún no han tratado el asunto con la empresa, ni con el gobierno, el daño ecológico es evidente: árboles centenarios han muerto y la visibilidad en la zona ha disminuido drásticamente.

Don Samuel expresa su preocupación por la degradación ambiental y la deforestación en la zona. Destaca que la contaminación y la falta de lluvias han provocado la desertificación del cerro y la pérdida de árboles nativos como encinos y palo dulce. Además, lamenta que la crisis climática y la escasez de agua estén afectando la producción agrícola y ganadera, reduciendo la capacidad de subsistencia de los pobladores.

La falta de acceso al agua para riego es otro factor que ha afectado la producción. Según don Samuel, en el pasado existió un proyecto para llevar agua hasta Huitexcalco, pero la oposición de comunidades vecinas como Mixquiahuala impidió su realización, lo que obligó a muchos habitantes a emigrar. Primero buscaron empleo en el campo y la construcción dentro del país, pero posteriormente hacia Estados Unidos se convirtió en una alternativa para mejorar sus condiciones de vida.

Actualmente, Huitexcalco está dividido en dos delegaciones debido a diferencias internas. La comunidad original y una nueva colonia han tenido conflictos, principalmente por el reconocimiento oficial de la colonia como una entidad independiente. Aunque la decisión fue aprobada por el Congreso del Estado, algunos ejidatarios no estuvieron de acuerdo, argumentando que la tierra debía mantenerse bajo la administración del ejido.

En lo político, don Samuel Escamilla Pérez, de 64 años de edad, recuerda que Huitexcalco fue una de las primeras localidades en rebelarse políticamente y participar en procesos democráticos contrarios a la línea oficialista. Sin embargo, señala que los conflictos internos fueron alentados por intereses políticos de autoridades municipales de la época, lo que complicó aún más la situación

A pesar de los problemas, la comunidad sigue en pie de lucha por el bienestar de sus habitantes, buscando soluciones a problemas históricos como la falta de agua, la contaminación y el desarrollo económico.

Foto: Samuel Escamilla Pérez 64 años de edad; Juana Beltrán Reyna, 60 años; Cenorina Reyna Arteaga, 95 años de edad; Antonio Jiménez Maqueda, 84 años, y don Hilario Hernández Martín, 64 años.